lunes, 26 de julio de 2021

Otro recuerdo: El kiosco de Cumming 29

Los kioscos en ambos edificios del Liceo eran los únicos puntos donde se podía comprar golosinas, snack como se dice ahora y los productos más contundentes eran sandwiches en marraqueta de jamón palta, berlines y completos. También habían bebidas pero esas eran menos demandadas por lo que recuerdo.

Mientras los kioscos de Cumming 21 eran el típico metálico de Bilz y Pap, el de Cumming 29 era una construcción en madera que ya no existe y que tenía a mi parecer un muy mal aspecto. Entre feo y poco higiénico, pero en cualquier caso cumplía el objetivo.

¿Y cuál es el chiste? ... La broma pesada, obvio. En los recreos era difícil poder comprar pues no eran extensos en tiempo y se armaba un tumulto en torno al estrecho espacio de atención. Recuerdo 2 veces donde ví a un par acercarse rápido a un tercer alumno del grupo de los que compraban, tomarlo rápidamente de las piernas uno cada uno y lanzarlo hacia dentro del kiosco.

Era muy chistoso ver cómo ese cuerpo era rechazado por los dependientes del kiosco (recuerdo a una persona mayor y a otro como de unos 30 al que le compraba empanadas de pera) y ver al pobre bulto vovler a posición vertical lleno de azucar flor, con palta, restos de mayonesa, la chaqueta toda sucia, las manos embetunadas con productos ... jajajaja

Nada de gracioso para el afectado y peor para los dependientes por la pérdida de mercadería. Pero era una de las bromas de aquella época y que hasta el día de hoy me hace reír al recordar al pobre que salía todo manchado.

El Kiosco ... y hacia la derecha estaba el "Patio de los kagados"

miércoles, 14 de julio de 2021

Cuarto D 1987 tiene su efeméride: El día de la Fiesta Comercial.

Este es un trabajo investigativo profundo realizado con apoyo policíaco respecto de un evento ocurrido en la década de los ochenta, donde un púber presidente de curso, quiso recaudar fondos mediante la herramienta más usada en la época. Cero redes sociales, cero internet, cero generación de cristal.

Al final, se recaudó cero pesos y no hubo pérdidas debido a que los apoderados, en un gesto de grandeza, apañaron comprando todos los insumos.

Hasta el DJ contratado para la fiesta se tomó unos combinados demás como pago por la gesta fallida. Cachó que su música hizo bailar por un rato a un número reducido de cristianos

El Local, casona del casco antiguo en Avenida España casi al llegar a Blanco Encalada. Visitado por el comité organizador el fin de semana anterior y en otras ocasiones donde se vió lleno absoluto. Buen espacio central y varias habitaciones para la logística. Era dato calado.

Preparativos: convencer a los apoderados para el apoyo, que con argumentos más y menos aceptaron darnos. Se destinaron platas pocas, donaciones y colaboraciones varias.

Promoción: como era la época, sólo existían como medios de publicidad algunas emisoras en las que uno podía indicar su fiesta comercial y el pegado de afiches. Para esto se solicitó apoyo al futuro ganador de la Feria Internacional del Cómic de Santiago. Uno ahí no mas, suave, talento poco, quien se despachó unos afiches ochenteros con dibujos de fotografía de vocalistas como Morten Harket de A-Há o Simon Le Bon de Duran Duran. Quedaron filete; se fotocopió una buena cantidad para ser pegados en las cercanías de liceos de niñas como Liceo 1 y Liceo 4.

Todo listo, todo dispuesto. La americana, el chucrut, las vienesas (uy!), el ketchup y la mayo. Esa que a tí te gusta ... Gente dispuesta para los turnos en los baños. Música de la buena, de la época, unas pocas luces. Una guardia de apoderados bien machotes en el ingreso de la casona y un ambiente menos frío con posibilidad de chubascos.

Nada hacía presagiar la traumática experiencia ... A continuación la imagen que hace rememorar la causa de nuestra gesta heroica fallida. De nuestro propio Combate naval de Iquique, de nuestro nefasto abordaje, de la caída de nuestro primitivo emprendimiento. Esa noche, se iniciaron unos temporales de lluvia que azotaron la región. Si bien El Mercurio miente, esta vez la verdad fue demasiado brutal. Con ese Titán no pudimos tener éxito. Llegó super poca gente. Sólo por unos momentos se vió un grupo numeroso bailando, pero el agua empezó a caer con baldes. De ahí que los apoderados evitaran las pérdidas en una cruzada loable. No perdimos ningún peso, lo esperanzamos todo y ganamos nada.

Es más, volvimos al local a la semana siguiente. Ya no habían lluvias y la sorpresa fue mayúscula. Local lleno, ganancias seguras para esos malditos afortunados.

El día fue el 14 de Julio de 1987. Ese es nuestro hito, nuestro punto, nuestra efeméride, nuestro día de Conmemoración. A continuación la fatídica Portada. ¡Hurra Muchachos!